lunes, 23 de enero de 2012

Los cafés fríos

Los sueños tiritan y se ponen a secar en el tenderete. Sueños mojados por cualquier canción húmeda y que lejos de secarse parece que cada vez se bañan más en champagne. Así, todos ellos borrachos de ilusión no paran de vomitar la cruda realidad que nos trastoca el corazón cada vez que intentamos hacerlos. No por esto los traicionaré, tampoco les diré que no, sino justo al contrario, igual que el fuego hace calor, convertire tu nieve, en incendios, incendios de nieve y calor.

CGO, 'incendios de nieve y calor'

domingo, 15 de enero de 2012

Avería y.


El problema y la solución son compañeros de hotel, ágiles sombras que buscan no ser invisibles, e igual que acaricio los pinos antes de que éstos besen el suelo, les ofrezco mi cuerpo para que jueguen con él, y así, al ritmo de un trilero, manejar la fina luz de la luna que acaricia mi espalda cada noche... que el triste amanecer que se posa en mi ventana no cometa el mismo error que yo, intentar sacar de la cabeza a quien no sale del corazón, intentando ser mañana sin ser hoy.


CGO, Avería y.

miércoles, 11 de enero de 2012

martes, 10 de enero de 2012

¿Quieres que te invite a un café?



No se bien como ocurrió, ella hizo café para dos y yo era el dos. Miramos y juntamos las tazas y ellas hicieron el resto. Era cosa de cafés del tiempo supongo. Me gire y el mundo se puso a mi hora, las tazas ya se entrelazaban por el asa y dejaban entrever el poder que tienen, no sé si me explico, eran dos tazas, lo sé, pero esa taza sabía de forma diferente no sé, a una especie de amor. Pero no se quedó ahí, en el sabor, fue más allá, os cuento.



Decidieron apostar, el pequeño bombón le propuso un reto: ser. Él, el otro café, le preguntó que cual era la apuesta. He aquí donde empieza el: ‘fue más allá’. Avanzar, dejar el ser para ser y estar, volar, tener, quemar, incendiar, hacer. Sabía lo que decir aunque lo dijera al revés, solo fue que olvidó que una parte de las cosas queda colgada al momento, al ahora. Y siguiendo el rumbo inerte que llevaba decidió volcarse, sin más, propuso aceptar el reto y cambiar de taza. El espacio era denso y desigual, ‘más’ es una buena definición, demasiado café para una taza tan pequeña. Se acomodaron los granos de café y se pusieron de acuerdo con los granos de azúcar. El conflicto ahora no era el espacio sino que el sabor, la esencia, el gusto había ido más allá, ¡PUM! A la mierda la diabetes, a la mierda los kilos de más, a la mierda la más mísera preocupación por lo que pasaría después de probar esa taza, a la mas jodida mierda lo que digan los demás sobre como se te va a poner el corazón de gordo como sigas bebiendo de esa taza, a la mierda si va a ser demasiado dulce o si le falta leche, ya está hecho el café, ¿
Quieres emborracharte conmigo?




Con sabor a limón, CGO