jueves, 2 de diciembre de 2010

Los Conserjes de Noche

María, yo no he querido llegar a esta situación, pero pienso que ‘esto’ no funciona. Ya no somos lo mismos que antes, ni yo soy el superhéroe que me prometiste hacerme, ni tú eres la princesa que te prometí que te haría. Sé que aún te quiero y que soy imbécil por decirte todo esto, pero lo necestiba.  Bebimos tanto de nosotros, de nuestras palabras,  que ahora ya no significan lo de antes, incluso algunas se han convertido en defectos, lo siento pero creo que esto ha llegado a marearnos, mi cuerpo es incapaz de tragar mas, mis labios son temerosos de empaparse, mi corazón está de infarto y mi pene esta harto de tanto orinar mierda. Y no es que hallamos llegado a nuestros puntos máximos y que no nos queden primeras veces, o cosas que decir, sino que necesito vomitar, necesito vomitarte en el wáter y tirar de la cadena, es necesario para mi intentar vomitar, me encuentro mareado y ausente, y el wáter no esta tan mal, compartiras tu vida con otras ratas, con mas mierda y con ríos de defectos en forma de orina. Desembocaras en un mar de dudas, infinito. Espero que entiendas de mi enfermedad, de mis ganas de vomitar, y de mis ganas de no tenerte cerca para vomitar, pero espero sobre todo que me entiendas, que entiendas que estuve, estoy y quizás esté loco por ti, quizás de amor o quizás sólo este loco de locura. Ante todo, y como decías tú te quiero, eso también te lo puedes llevar.

Los Conserjes de Noche, CGO